De seguro que tú también conoces de esta increíble hojita,
pues cuando te dolía el estómago te la daban en té y su sabor entre menta y
dulce además de ayudarte a sentir bien, te gustaba como para tomarte otra taza
sin poner resistencia…
Se trata de la famosa hierbabuena, una planta originaria de Europa
que desde su llegada a nuestro país no tardó en enraizarse en las costumbres
cotidianas y hasta hoy en día es una especie muy requerida para cierto tipo de
guisados o algunas ensaladas, a las que les da un toque exquisito.
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En México la conocemos como hierba buena o “hierbabuena”,
como las abuelas la llamaban, mientras que en otros lugares se le da el
nombre de menta verde, sándalo de huerta o té verde.
Esto gracias a que en el lugar donde se cultiva y se utiliza
se le conocen múltiples beneficios como un excelente antiespasmódico, mediante la
activación de la bilis. También se ha descubierto que es un potente
carminativo, es decir, actúa como estimulante de la eliminación de gases del
tubo digestivo.
Es antiinflamatoria, mejora la digestión, limpia el hígado
reduciendo la inflamación, ayuda a expulsar parásitos de los intestinos, reduce
la diarrea y calma los cólicos estomacales y menstruales, mejorando la
situación de las menstruaciones dolorosas.
Y por si fuera poco, para las personas que tienden a sufrir
de calambres musculares, es una excelente opción beber una taza de té de hierbabuena, dos veces al día, para reducir y eliminar los calambres.
También es excelente para tratar gastritis, estreñimiento,
infección intestinal y falta de apetito.
Todos estos beneficios los obtienes si la ingieres ya sea en
té, que es la manera más común y sin endulzar con azúcar, porque de esta forma se
pierden la mayoría de sus propiedades. O bien masticando las hojitas
previamente lavadas, que de esta forma también te ayuda a limpiar tus dientes y
desinflamar las encías en casos leves de sangrado de encías.
Otra forma de utilizar la hierba buena es de manera cutánea
o superficial, es decir en lugar de tomarla, podemos aplicarla sobre ciertas
partes de nuestro cuerpo; de esta forma tiene propiedades analgésicas, es decir,
reduce el dolor. Además de ser antiséptica, por ello cuando hay heridas,
quemaduras o contusiones, es ideal machacarla con aceite de oliva o alcohol y
aplicarla directamente en la herida, de esta manera prevendrás una infección y
ayudarás a reducir el dolor.
La mejor forma de obtener algún beneficio es poner a hervir
una taza de agua y al soltar el primer hervor agregar las hojitas y tallos
tiernos previamente lavados por espacio de 5 minutos, retirar del fuego y dejar
reposar hasta que tibie.
Lo puedes endulzar con miel de abeja y beber de tres a
cuatro tazas al día. Dentro de algunas alternativas medicinales como la
aromaterapía el aceite esencial de hierbabuena es ideal para problemas
nerviosos, como tensión, estrés, dolores de cabeza, depresión, ansiedad y otros
desórdenes que provoca el no estar tranquilo. En esta situación se aplica sobre la
sien del paciente acompañado de otras terapias y resulta exitoso el
tratamiento.
El aceite de hierbabuena funciona como un estimulante para
que el cuerpo normalice la segregación de hormonas, enzimas, jugos gástricos y
bilis; también estimula los nervios, el cerebro, el sistema inmunológico y la
circulación de la sangre.
También tiene una acción músculo-relajante y produce una
disminución de tensión. Esto puede explicar su utilidad en el tratamiento de dolores
de cabeza originados por la tensión.
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