En sus once gajos se encierran
las propiedades curativas de esta fruta que es considerada como la reina de los
cítricos, siendo una de las más buscadas en épocas de frío debido a su alto contenido
de vitamina C.
La naranja es un fruto que tiene
muchas memorias de grandes culturas y que finalmente no es de aquí, no es de
allá, que no tiene patria y que hoy por hoy es habitante de todo el mundo.
Los árabes y los persas la tienen
en sus escritos, la mitología griega nos menciona a Hércules involucrado en un trabajo
que consistía en el robo de unas manzanas de oro (eran naranjas); en China,
mediante escritos de Confucio, también se tienen datos de ella; en la India, en
el Imperio Romano (Italia), en España y actualmente en América Latina, en donde
han aparecido nuevas variedades de ellas con un sabor dulce y por demás exquisito.
El árbol del naranjo crece con mayor
facilidad en climas tropicales y subtropicales -ya que no soportan el frío–, puede
llegar a alcanzar hasta 13 metros de altura con unas hojas ovales de color
verde con ramas protegidas por espinas y hermosas flores blancas y aromáticas
llamadas de azahar.
Esta fruta es fortalecedora del
sistema inmunológico debido a su alto contenido de vitamina C, pero siendo ésta
hidrosoluble el cuerpo no la puede almacenar y cualquier sobrante lo expulsa
por medio de la orina, por lo que no sólo debemos comer naranjas en época de frío
sino siempre; de esta forma muchas enfermedades, incluyendo típicas invernales,
se mantendrán alejadas.
Para aprovechar al máximo sus
beneficios debemos consumirla alejada de cualquier otra comida no frutal para
evitar fermentaciones malsanas que lejos de ayudar perjudicarían; la naranja,
como desayuno, funciona depurativamente eliminando sustancias tóxicas del
cuerpo, al igual que sus otros cítricos hermanos, que ayudan a mantener al
cuerpo en un peso adecuado, proporcionando de forma natural potasio y sodio,
equilibrando así a las células.
El jugo de naranja es un poderoso
antioxidante que debe beberse de inmediato al momento de su preparación y nos
ayuda a mantener óptimamente los vasos sanguíneos, a conservar en buen estado
tanto de dientes como huesos, también aumentando la resistencia del organismo a
todo tipo de infecciones; y si la consumimos con todo y su piel –bagazo– nos
aporta una muy buena cantidad de fibra que favorece el tránsito intestinal,
combatiendo de esta forma el estreñimiento.
Propiedades Nutricionales (100g)
Agua 82.30 g
Energía (1) 63 kcal
Ácidos grasos saturados 0.035 g
Ácidos grasos monoinsaturados 0.055 g
Proteínas 1.30 g
Lípidos (grasas) 0.30 g
Cenizas 0.60 g
Carbohidratos 15.50 g
Fibra 4.5 g
Calcio 70 mg
Hierro 0.80 mg
Fósforo 22 mg
Potasio 196 mg
Magnesio 14 mg
Sodio 2 mg
Zinc 0.11 mg
Cobre 0.057 mg
Selenio 0.7 mg
Tiamina 0.100 mg
Riboflavina 0.050 mg
Niacina 0.500 mg
Vitamina C 71.0 mg
Vitamina B6 0.093 mg
Total Folatos 30.0 mcg
Vitamina A 250 UI



No hay comentarios:
Publicar un comentario