jueves, 15 de marzo de 2018

Almendras...salud en un antojo

Las almendras son uno de los frutos secos que aportan más salud y bienestar a nuestra vida diaria.
Ricas en vitaminas y aceites benéficos para el ser humano, las almendras dulces o amargas, cuentan con una buena cantidad aminoácidos, ácidos grasos esenciales, constituyentes celulares; así como calcio y magnesio. Lo que en primera instancia las convierte en depurativas y terapéuticas.



La vitamina E que aportan ayuda a prevenir eficazmente el envejecimiento, reduce los niveles de estrés, fortalece la piel, y es capaz de prevenir enfermedades cutáneas.



El calcio que nos aportan como tiene una dosis muy elevada, es altamente recomendable para personas que presentan osteoporosis y niños en etapa de crecimiento, ya que fortalece efectivamente los huesos.

Gracias a su alto contenido de fibra, las almendras trabajan directamente con los azúcares, disminuyendo la absorción de la glucosa además mejora la tolerancia hacia ésta y regula el colesterol y los triglicéridos. Por ello las almendras se pueden convertir en un alimento básico en la dieta de pacientes con diabetes y problemas de colesterol.

Esta misma fibra a ayuda a regular las evacuaciones, diluye el ácido biliar, los lípidos y esteroles, reduciendo en gran manera el riesgo de desarrollar cáncer de colon. Sin olvidar que al comer almendras estás ingiriendo antisépticos intestinales naturales.

El conocimiento general dice que la almendra es como una aspirina natural, gracias a que contienen una buena porción de sales formadas por el ácido salicílico, la base que constituye la aspirina comercial.

Por si fuera poco, gracias a su alto contenido calórico y proteico, las almendras favorecen la regeneración del sistema nervioso. Si esto fuera poco, comer almendras todos los días representa una reducción importante de correr riesgos cardiacos.

Ricas en ácido fólico son ideales para mujeres embarazadas y lactando, e incluso existen algunos pequeños que padecen cierto tipo de intolerancia a la leche y  se recomienda el uso de leche de almendras que aportan una buena cantidad de vitaminas.




En tal caso la leche de almendras también es una sana opción para combatir enfermedades nerviosas, desnutrición, debilidad y anemia.
Las riboflavinas que se encuentran en las almendras, así como la niacina, son ideales para tratar problemas emocionales y prevenir los drásticos cambios hormonales durante la menopausia, así como la disminución del apetito sexual y deficiencias hormonales.

Su alto contenido en vitamina C ayuda a prevenir y tratar efectivamente enfermedades de las vías respiratorias.
El magnesio funciona como un potente relajante muscular coadyuvante en la absorción del calcio. Participa en la duplicación del ADN así como en la transmisión de los impulsos nerviosos.

Regula los niveles de azúcar en la sangre, previene de manera efectiva toda clase de calambres, contracturas y vértigo, así como mareos y fatiga. Regula la temperatura corporal cuida de nuestras articulaciones, cartílagos y dientes.
Mejora la circulación y fortalece nuestro sistema inmunológico.

Las almendras también cuentan con fósforo, el cual en combinación con el calcio ayuda a fortalecer los huesos y dientes, mantiene los niveles de energía, ayuda a aliviar dolores generados por la artritis, mejora las funciones de los riñones, facilita la metabolización de las grasas; ayuda a asimilar de manera correcta el complejo B, mejora las funciones cardíacas y estimula la producción de leche materna.


Se recomienda consumir entre 7 y 15 almendras al día.
Las almendras son un elemento fundamental para prevenir las enfermedades del corazón y para mejorar la circulación sanguínea.



Algunos de los nutrientes que componen las almendras son:
Fibra
Ácido oleico u omega 9
Ácido linoleico u omega 6
Agua
Vitamina E
Vitamina C
Complejo B
Zinc
Magnesio
Potasio
Calcio






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